en este oscuro bebible,
intacto y suceptible,
me falta licor en las venas.
En mis manos, tus ojos
como siendo arrancados
de un espejismo andante,
vacilante sin chapoteos.
Sus huellas, sin hablar,
dejan espeluznantes pisadas
apenas sin nombrar,
salen por la ventana a cantar.
Se mezclan con ese pote de crema
juntando estrellas en la oscuridad,
cada una, una botella,
encerrando circulos de ansiedad.
0 comentarios:
Publicar un comentario