pero flotando en perfume
con avaricias del mar
y gargantas secas
soles llenos de vida
y serpientes que te la quitan
amenazante disfraz que te perturba por las noches de relampagos y golondrinas
esa es mi serpiente
pero el arbol de la infancia crece tras una pared de caramelo
aplastada con fotos acuareladas y cintas de jabón
atandote la boca con hilo piolín
tan callado como el mar de enero, tan inconciente al dormir
con la almohada que no respira sino notas de un acordeon vacio afilando colmillos frescos
con la flor en la ventana, esperando un sol brillante, y nosotros deseando volar como el gorrion, tan acostumbrados a este aroma limpio de ciudad
que despierta abanicos sin sombras, esa luz al amanecer, revelando el tinte del cocodrilo mordiendo al reves, saltando de dos en dos, de tres en tres, mirando lo que nadie quiere ver
pero estamos alejados de aquello que esta lleno de dolor, nosotros tenemos la esperanza, tan verde, tan libre, tan distinta al otro lado, lejos de las sombras de acero, luces celestiales de una mañana calida
nos despiertan cada dia
con gorriones que cantan ahora, felices de su existencia, alabando al sol, enorgulleciendo la vida.
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